Por Milton Hernández Mellado - CEO Demac+Competitividad
Durante años, se ha buscado la excelencia operacional en diversas industrias. Uno de los elementos clave es cómo generar cambios a partir del entrenamiento y la formación de las personas dentro de una organización. Este artículo se conecta con el publicado por Cecilia García, donde se abordan las rutinas operacionales y cómo se pueden lograr incrementos de productividad mediante el entrenamiento en rutinas organizacionales.
La Importancia de la Formación
La formación no siempre resulta en mejoras mensurables en los KPIs. Para que sea efectiva, es importante ir más allá de evaluaciones superficiales y abordar tanto los conocimientos como las habilidades de los empleados, generando así competencias reales.
El Modelo Kirkpatrick
El modelo Kirkpatrick es uno de los marcos más conocidos para evaluar la eficacia de la formación. Este modelo consta de cuatro niveles:
Respuesta: Mide cómo respondió el participante al programa de capacitación.
Aprendizaje: Evalúa el grado en que los participantes adquieren los conocimientos, habilidades y actitudes previstos.
Acción: Observa en qué medida los participantes aplican lo aprendido en el trabajo.
Resultados: Analiza el impacto final en la organización, reflejado en los KPIs.
El Problema del Nivel 1
En muchas organizaciones, la evaluación de la capacitación permanece en el Nivel 1, donde se mide la satisfacción del participante. Aunque esta retroalimentación es valiosa, no refleja la efectividad de la capacitación en términos de cambiar comportamientos o impactar el desempeño.
Modelo Probado para Generar Impacto en las Organizaciones
Para generar impacto en las organizaciones, se recomienda seguir una serie de pasos comprobados a través de trabajo colaborativo con diversas entidades.
Paso 1: Priorizar Posiciones y Actividades Críticas
Es crucial dejar la intuición de lado y basarse en la evidencia. Identificar actividades críticas que impactan los KPIs requiere definir objetivos SMART y realizar análisis precisos de variabilidad con un equipo multidisciplinario.
Paso 2: Determinar las Competencias
Definir los conocimientos y habilidades necesarios para las funciones específicas vinculadas a la actividad crítica. Esto implica formar un equipo para levantar estos conocimientos y generar un listado de preguntas para evaluar el conocimiento de los empleados.
Paso 3: Formación
Diseñar un plan de formación específico ajustado a las brechas detectadas, desarrollado en conjunto con el área de formación. Este plan incluye:
Programa específico: Aplicado a la totalidad de los evaluados.
Formador de Formadores: Dirigido a personas que asumirán el rol de transferir conocimientos técnicos de la operación
Implementación del Plan de Formación
Seleccionar personal experto para "Formador de Formadores" y ejecutar formación teórica y práctica, considerando aspectos técnicos y operacionales locales. El resultado será una mejora en la reevaluación de conocimientos y habilidades, aunque seguirán apareciendo brechas que deben abordarse sistemáticamente.
Reflexiones sobre Nuestros Procesos Formativos
Nos gustaría invitarte a reflexionar sobre cómo estamos llevando a cabo los procesos formativos en nuestras organizaciones. ¿Están nuestras evaluaciones de capacitación enfocadas en medir verdaderamente el impacto en el desempeño y en los KPIs? ¿Cómo podemos mejorar nuestros programas formativos para que sean más efectivos y sostenibles? ¿Qué pasos adicionales podríamos tomar para asegurarnos de que nuestras iniciativas de formación generen un cambio real y duradero?
Estas son algunas de las preguntas que todos debemos considerar para avanzar hacia la excelencia operacional.
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